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November 16, 2008
UN DIA DE CORZO
Si
no conoces el lugar y la fecha de la batalla, aunque tus tropas sean
mas numerosas que las de ellos, ¿como puedes saber si vas a
ganar o a perder?
Así
pues, se dice
que la victoria puede
ser creada.
EL ARTE DE LA GUERRA Sun Tsu
Cap 8 Sobre lo lleno y
lo
vacio.
Soy profesor de colegio fiscal, y para suerte también soy
Policía, esta historia
es de policía y de maestro, de temor y de gloria.
DIA 01 DE DICIEMBRE
El próximo sábado 04 de diciembre está
programado un corzo por el día de la
Policía y yo que trabajaba en una Dirección, al
percatarme que en la
programación Oficial se pedía una banda escolar
como parte de la presentación
oficial de la Dirección, le comunique al Jefe de Personal
que en el Colegio
donde trabajo tenemos una banda que había logrado
conjuntamente con su grupo de
desfile, ganar el segundo lugar en el “Desfile de 28 de
Julio” del presente año.
Luego de varios días de trámite el Jefe de
Personal pudo tramitar la invitación
firmada por el General dirigida a la Directora del Centro Educativo y
para
suerte mía salí de vacaciones hasta el 07 de
Diciembre librándome campantemente
de dicha actividad.
Días antes me informan que se había cambiado la
fecha del Corzo para el día
Domingo 05 de Diciembre a las 12 horas, comunicando
tardíamente la fecha a los
alumnos, hecho que provocó incomodidad entre los integrantes
de la banda.
DIA DOMINGO 05 DE DICIEMBRE
El día “D” al mediodía me
llama mi Jefe y me hace responsable de la banda a
pesar estar enterado que estoy de vacaciones, responsabilidad que no me
puedo
desligar por ser profesor del Centro Educativo, por lo que tomo un taxi
y vuelo
hacia el colegio, ¡Oh Sorpresa!! solo diez de los cuarenta
alumnos, los
comentarios eran que la mayoría trabajaba los domingos y
estaba con una bandita
que no valía ni un sol.
Casi las dos de la tarde: catorce alumnos desganados queriendo retornar
a sus
casas y yo sudando frío por los resultados. Consulto con la
Directora del
colegio y me comunica que si no llega la movilidad a las dos de la
tarde se
retiran los alumnos porque están sin almorzar. A punto de
salvar mi pellejo rezo
mentalmente para que no llegue la movilidad de la Policía
antes de las dos y
retornar a los alumnos a sus casas por orden de la Dirección
del Plantel, el
profesor encargado de la banda me presiona, -tiene mucho que hacer- y
se retira
pronto dejándome con el bulto.
DOS DE LA TARDE
Tic, Tac, Tic, Tac. doy un respiro de aliento, me alisto para agradecer
a los
alumnos, despedirlos para que se retiren, salvando mi responsabilidad,
voy a un
teléfono publico a dar cuenta que mi comisión ha
terminado porque no llegó la
movilidad, pero suena el timbre, un ómnibus de 60 pasajeros
a todo lujo en la
puerta del Colegio. Me pongo pálido.
Los alumnos correteando por el patio, sin importarles el corzo, ni el
pasacalle,
ni nada; otra alumna pidiendo permiso para retirarse, el profesor
insistiendo
nuevamente que se retiraba y que yo me hacia responsable por los
alumnos, me
pongo cada vez mas verde. Los alumnos van a sacar sus instrumentos, se
alistan y
el carro arranca, son catorce niños, con el cabello mojado y
grasoso,
despeinados, faltan alumnos y no se que hacer.
¡Una idea!!: buscar diez alumnos mas por las inmediaciones
(pero ellos
trabajan-pienso- todos trabajan, no se que hacer) hay que hacer la
prueba,
encontramos a uno: “que flojera - estoy durmiendo”,
y el otro también esta
durmiendo y ni se habían dado por enterado, de todos los
buscados la mayoría
estaba durmiendo y no querían que les saquen de su cama,
porque recién era las
dos de la tarde, descansaban del excesivo trabajo semanal del colegio.
2.35 DE LA TARDE
40 grados bajo la sombra y yo sudando, mas frío, logramos
sacar dos alumnos mas
(dos cornetas), son quince, mas la que dirige la banda: Vilma, una
alumna,
líder, de 15 años, se acerca una alumna y me dice:
- “Profe, yo me bajo, que feo roche, ya no quiero
ir”, yo le digo:
- “yo tampoco quiero ir, estoy peor que Uds., mas tarde se
olvidarán y se les
pasa, a mi no”.
Pense que daba más mi colegio, no debí
recomendar, en realidad espere sacar
diamantes de las piedras de río, pensé que eran
mejor material. Los alumnos
toman su refrigerio; un sándwich con gaseosas mini, y
esperan sentados en el
ómnibus.
5 DE LA TARDE
Pasan todos los corzos, el nuestro aun no aparece, los alumnos piden
comida, no
han almorzado, una ronda mas de panecillos con gaseosa para los
niños, sigo
sudando, pero menos frío, nuestro corzo se
retrazó, se malogró el carro, y quizá
no llegue, puede ser una suerte, pasa el ultimo corzo y ordenan bajar a
la banda
para que marchen aunque sea por cumplir, comienza el primer ruido
(disculpe la
primera marcha) a la altura del Ministerio de Salud.
Gallos, corneteros y marcha fúnebre, mis
pronósticos se hacen realidad, son un
montón de niños jugando al arroz con leche, en
pleno corzo de una Dirección de
la Policía, un General notoriamente molesto se oye por
teléfono, por que no
llegaba el corzo y yo rezando porque la ausencia del corzo me
podía jalar a la
guillotina.
5.20 DE LA TARDE
Ministerio de Trabajo, muy poca gente, respiro, pasan los minutos,
quizá llegue
la noche y fue un sueño, diez gatos amarillos aparecen
atrás llevando una
banderola, rostros avergonzados y molestos, un circo, nosotros, payasos
tristes,
y el llanto de un conjunto de trompetas adelante.
5.30 DE LA TARDE
Llega el corzo, empujando, lo que avizore a su paso, arrastrando
cólera, y
vergüenza, una estatua de la libertad empequeñecida
y tapada por una propaganda
burda de un tragamonedas, se ponen adelante y se arma el equipo
completo.
Aparecen los danzantes con zancos presentables, un enanito gracioso, un
diablo
ondeando una inmensa banderola del Tahuantinsuyo, y la
música de la banda ni
para atrás ni para adelante, los danzantes con zancos
marchan al son de gallos y
medianoche al son de un tambor y tarolas desafinadas, caos en el
escenario,
estamos a punto de entrar al ovalo Jorge Chávez nada mejora
todo se me nubla,
les pido que toquen cualquier cosa porque lo que sale es ruido, rompen
el
protocolo y a uno de ellos se les ocurre tocar una diablada, el
profesor de la
banda estaba en fuga, y la jefa de la banda; Vilma, escucha la palabra:
“Estrado, Estrado”.
Una “Diablada” para cerrar el desfile, los zancos
comienzan a danzar felices,
breves aplausos del publico, los alumnos se revientan en el estrado,
una
diablada a mas no poder y mas aplausos, aparece la luz por primera vez,
sonrío y
veo pequeños rayos de luz en la penumbra, pasan el ovalo
Jorge Chávez,
descansan; Vilma, la jefa de grupo me llama y me pregunta:
¿Que tal pasamos,
profe?, ¿Donde esta el ómnibus para regresar al
colegio? – ¿Porque?, le
respondo: “si aun no llegamos, estamos en las
preliminares”, las cornetas se
cansan y se acabaron las ultimas balas.
5.45 DE LA TARDE
Estoy feliz, voy a una carretilla, pido tres botellas de agua mineral
de litro,
y los aliento: es quizá la única vez en su vida
que van a representar a su
colegio ante un estrado tan importante, toda la plana mayor de la
Policía entre
ellos el Director General y todos los generales de policía
estarán expectantes
de una banda del Carrión de Campoy.
Miro a la distancia, aun no comenzamos la Plaza Bolognesi y el estrado
oficial
esta volteando la Prefectura. Descansan las trompetas, comienzan las
tarolas y
el tambor; y comienza el “happy Birthday to you –
japy verdi tu yu” (por el
cumpleaños de la Policía), una mirada
relampagueante en cada uno de estos niños
de trece a quince años me dice que será una noche
feliz, sus caras sonrojadas,
sudorosas. El ultimo sorbo de agua mineral.
Volteamos la Av. España y entramos a la Prefectura, la
Diablada, los zancos, los
enanitos y los gigantes bailan efusivamente, una gran bandera del
Tahuantinsuyo,
ondea firmemente al son de quince niños de Campoy, pero las
cornetas, al pasar
por el estrado, fueron el mejor espectáculo que pude
percibir en toda mi vida de
maestro y quizá la mejor experiencia docente, una banda de
desorientados niños
se transformaron en “Tigres de la malasia” y
sacaron todas sus garras para dejar
bien en alto el Centro Educativo N° 0090 Daniel A.
Carrión.
Los alumnos victoriosos, y Yuli Pinedo, que era parte de nuestro corzo,
comenzó
a repartir autógrafos a mis alumnos, retornamos todos
alegres al colegio, con el
corazón bien grande en el pecho, nadie sabía, ni
se acordaría alguna vez del
nombre del Centro Educativo luego del desfile, porque no llevaban
ninguna
banderola inmensa que nos identifique, pero el uniforme Guinda, su
distintivo,
lo tengo en el corazón.
Muchas gracias, a mis alumnos.
Lic. Elvis Alvarez Torres
Especialista en Telecomunicaciones e Informática
CPPe 097725
CEL 997562312
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